14 DE FEBRERO EN LAS CALLES

Sabes, el viejo viudo sigue mandando cartas de afecto por el buzón del tiempo, es lo único que siente que le queda por hacer en esta vida. Y dos calles más allá, entre la tienda del chino que dice tenerlo todo a un euro, y la del hindú que nos salvaguarda los domingos por la tarde, hoy se encuentra un guitarrista de color rojizo tocando canciones de desamor y de encuentros inesperados que no tienen porque acabar mal.

Mientras un niño de diez años corre calle abajo, como si no hubiera mañana, hasta que antes de que el semáforo se ponga en verde alcanza a la niña que va de la mano de su madre, y se miran lo que para nosotros es un segundo y para ellos será algo que les durará toda una vida, cuando él le roba su primer beso infantil para volver a correr esta vez calle arriba, y con la satisfacción fundida en su rostro.

En la tienda de dulces encuentro a un adolescente de pantalones caídos intentando tararear el “With or Without you” que sale por su MP4, y el periódico con sus amargas noticias nos obliga a recordar más que nunca que hay que creer que algo mejor será posible, como aquellos viejos amantes que desde Grecia se prometen que aunque caiga Atenas de nuevo, nunca les podrán robar lo que solo les pertenece a ellos.

Mientras me tomo un breve descanso en una terraza a tomar una caña, descalzarme de las dudas, y tan solo observar, observar desde la distancia las historias amargas que escuecen más de lo que se puede soportar, y aquellas por las que merece la pena descorchar una botella de vino, y saborearlas para que se queden por un tiempo en el paladar.

Intento escribirte con otras palabras, que en un mundo paralelo a este, se puede observar que nuestra historia es posible, que si estuviera en mis manos abriría una brecha entre los dos universos para demostrártelo, aunque ello según algunos expertos de la ciencia pudiera significar el fin del mundo. Mi yo y tu tú, eligieron ese camino que no nos atrevimos a escoger por miedo a hacernos más daño de la cuenta, cuando además ya lo sabías, ya lo sabías porque te lo dije una vez, el polvo del siglo para aquellos dos amantes que se quieran y estén dispuestos a cruzar juntos los abismos de este tiempo.


Saludos y gracias

6 comentarios:

  1. Podra el amor unir esos universos....

    un abrazo

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    1. No lo sé, eso habría que preguntárselo a él y a ella. Aunque puestos a elegir, prefiero pensar que acabaran unidos los dos universos sin que se vean obligados a colisionar.

      Un abrazo

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  2. Estoy de acuerdo, por qué colisionar, si pueden estar uno al lado del otro.

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    1. Sí, siempre he pensado que las cosas hermosas jamás deberían colisionar

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