TE DEBO UNA EXPLICACIÓN


Te debo una explicación, porque dejé de llamarte, contestar a tus mensajes, acumulaba el correo y la colada siempre, siempre quedaba pendiente, y la mesa con el mantel puesto sin recoger, o el break de leche que caducó hace tiempo todavía en la nevera.

Te debo una explicación, porque echo de menos los días de invierno que veía los copos caer por la ventana, y tú ya estabas allí fumándote el primer cigarro de la mañana, y yo te agarraba por la cintura, aplazando así las malas noticas.

Te debo una explicación, porque recuerdo esas noches que congelábamos al tiempo debajo de las sabanas, y allí aprendíamos a respirar la vida, tengo que reconocerte que todavía busco tu tacto las madrugadas más grises.

Te debo una explicación, lo sé, pero aunque aprendí a agarrar al miedo por el cuello, apretarlo fuerte hasta ahogarlo, a veces cuando él desaparece, aunque parezca extraño es como si me faltara aire, y por eso quizás no sé qué hacer ahora mientras suena el teléfono y observo que eres tú quien me está llamando.

Saludos y gracias  

4 comentarios:

  1. oh, esos largos monólogos del eco del silencio...

    Un abrazo.

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    1. Que alegría volver a tener por aquí tus comentarios:)

      Un abrazo

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    2. Aunque no te comente, siempre leo lo que publicas ☺

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  2. Hay que decidirse.... el silencio a veces dice mas que miles de excusas
    Un abrazo

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