EL OMBLIGO



Fue un instante salido del azar, algo que no se busca pero está ahí, la inhalación de una fragancia que se fragmenta en pequeños pedazos, que hay que ir recogiendo poco a poco antes de que se hagan polvo, casi como si se tratara de un punto de apoyo dentro de un plano inclinado, terminaste de girar la cucharilla, y la sacaste fuera de la taza apoyándola contra el plato, entonces ese escorzo que siguió a continuación levantó tu camiseta liberando algo que supimos instintivamente que se trataba mucho más que una simple seducción, no hubo tiempo para pararse a pensar en lo que estaba a punto de ocurrir, apoye mis manos en la cintura que sujetaba tu falda, y luego descubrimos que el equilibrio en realidad se encuentra en cualquier punto de cualquier plano que creemos, mientras me acariciabas el pelo y me decías, sabes que los amigos no se besan el ombligo.

Saludos y gracias

4 comentarios:

  1. Por dios ¡que sensual! los amigos que se besan el ombligo luego caen por una pendiente de la que ya no hay forma de retorno. ¿recuerdas la piedra de Sísifo? esa piedra un día fue un sutil beso en el ombligo...

    perdona mi ausencia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno pero si pendiente abajo encuentran algo mejor que lo que les esperaba arriba, quizás no fue tan mala idea ese beso dónde una vez hubo un cordón umbilical. Todo es probar, no? :)

      Tranquila no tienes porque pedir perdón. Lo importante es que sigas teniendo tiempo de poder pasar por aquí, y ganas de dejar algún mensaje, se agradece mucho. La frecuencia es lo de menos... Un abrazo

      Eliminar
  2. ¿Y quién dice que seamos amigos? :-)

    ResponderEliminar