La siguiente cuestión se me ocurrió el otro día de camino al trabajo. ¿Qué sería más decepcionante si la ciencia demostrará que existe Dios, o que la ciencia demostrará que no existe Dios?.
Primero empecemos por la parte más sencilla, y seguramente más probable. Se confirma que Dios no existe. Que ha sido todo un producto de marketing ficticio de la Iglesia para conseguir poder, y adquirir mucho dinero a costa de la fe de las personas. Esta claro que la decepción sería muy grande por los miles de creyentes que ahí por el mundo. Y seguramente la situación de caos que se generaría crearía desorden y bullicio público de ese que tanto condenan los malditos políticos que gobiernan este mundo. ¿Habría suicidios? ¿Los más acérrimos a la fe cristiana como actuarían? ¿Qué cambio podría llegar a generar tal acontecimiento en el orden político y mundial?.
Ahora pongamos por caso que la ciencia demuestra y da por aprobado que la existencia de Dios es real y científicamente comprobable. Vamos que sí, que hay un tío con barba de matusalén ahí arriba manejando los hilos de nosotros sus marionetas. Esta claro que la primera reacción sería de jubilo, de alegría, y la santa santidad del Vaticano daría por culo más que nunca. No me lo quiero ni imaginar. Pero una vez pasará el boom de dicho acontecimiento y dentro de lo más normal posible todo se normalizara y el juego siguiera con sus reglas y nosotros continuáramos cumpliendo con nuestro papel de corderitos degollados, llegaría el momento de la reflexión, y por lo tanto de la decepción. ¿O acaso no sería decepcionante que alguien con unos poderes divinos y sobrehumanos hubiera permitido o quizás fuera el responsable de tantas catástrofes y barbaridades que ha vivido el ser humano a lo largo de sus más de dos mil años de historia? Por lo que se podría deducir que el tío con la barba más larga que matusalén de muy buen rollo no es, incluso si se me permite la licencia y llamamos la cosa por su nombre podríamos afirmar que Dios resultaría el mayor hijo de puta mayor parido en toda la tierra y más allá de la tierra. Vamos que quizás incluso hasta el diablo acabaría cayendo bien y todo. Eso sí, no recomendaría en tal hipotética situación decirle a Dios en la cara lo hijo puta que es no vaya a ser que sienta que le has faltado al respeto y te borre de la faz de la tierra en un santiamén.
Así que para ir acabando con mi paja mental, aquí lanzo la cuestión al aire, y a ver que opináis vosotros. ¿Qué sería más decepcionante descubrir finalmente que Dios no existe, o que existe y que es un soberano hijo de la gran puta por todas las barbaridades que ha permitido que sufra el ser humano a lo largo de su historia? Yo creo que lo más decepcionante finalmente sería descubrir que existe y lo hijo de perra que es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario