Saludos y gracias
SANGRE Y VINO
Sangre en las distancias que no pueden dejar de serlo. Se acabo la navidad y ni siquiera empezó. Ya no hay niño Jesús que acunar, nunca lo hubo, era todo una farsa, ni serpientes que ahuyentar. Ya puedes estar en paz. Vibra, vibra.... ¿Lo sientes? Es hermoso, la sangre se convirtió en vino, abramos la botella y brindemos por ello.
TAL COMO SENTÍA FUE
Le aterraba el dejar de vivir, y así se lo dijo:
- Tengo miedo de dejar de vivir y seguir vivo, ¿sabes lo que
quiero decir?
Y lo mató para siempre para que no dejase de vivir, y así se
lo dijo:
- Solo dolerá un momento. No te asustes.
Y antes de que llegase el alba, antes de que se arrinconase
a la oscuridad para dar paso a la luz, le besó en el cuello como nunca antes lo
habían hecho, como nunca antes lo había sentido, con tal belleza que ni un
espejo sería capaz de captar la imagen en su totalidad, y todo lo que antes fue
todo para él después de ese instante dejó de serlo. Tenía razón solo dolió un
momento.
Saludos y gracias.
LO QUE EL VIENTO TRAJO
No sé, no quise entrarle muy
agresivo, por eso antes de decirle me encanta el olor de un cuerpo desnudo
después del sexo, pensé que sería más adecuado decirle algo que llevaba con
tiempo y con ganas de quitármelo de encima, sacarlo afuera, a ver qué ocurría,
si traía nuevos trenes a los que subirse para recorrer nuevas aventuras, segundas
oportunidades, o la estación seguía vacía y oliendo a tristeza. Así que se lo
solté sin más: Me pareces tan logística que me encantaría que te encantase que
te invitase a cenar. Funciono preguntas, no sé carajo, tú sabes, quizás se rio
porque no era de aquí, es extranjera, pero no extranjera de otro país, es decir
no es de acá, es de allá, de allá, de allá, entiendes lo que te quiero decir.
¿Qué como acabé aquí a dónde me encuentro ahora mismo?
¿Te han dicho alguna vez que la tuya es la de ir
jodiendo al personal? Ahora que andaba a contarte algo lindo, algo que no tiene
fronteras, ni aranceles, ni aduanas, ni tipos de interés, ni impuestos, me
quieres obligar a que me sienta obligado a bajar a tu sucia realidad y ande por
ahí un rato y te hablé desde ahí. Eres un cagón. Al orto te mandaba a ti y a
los que son como tú, a que respiréis a gustito lo del orto y no andéis jodiendo
como andáis jodiendo al personal.
Ya, ya, que responda o me vuelves a sacudir con el
bicho ese que suelta voltios o la madre que le parió a la electricidad o vete a
saber qué. No sé si lo que me ha llevado aquí ha sido el hablar con alguien
extranjero pero no de otro país, es decir no de acá, sino de allá, de allá, o
la otra conjetura sería que en la finca en la cual ansiábamos rodar una
película y hacernos con las minas del rey Salomón, corríamos serio riesgo de
incumplir los requisitos necesarios para no ser primero denunciados, segundo
censurados y finalmente desahuciados, debido a ser tachados de homófobos,
racistas o primos hermanos, suficiente para que te expulsen de una plataforma
de streaming o de un edifico entero. Como el deseo era no ser despachados, por
eso éramos los siguientes: Había una pareja de negros con sus hijos de 8 y 5
años respectivamente, había un coreano (de la Corea buena ¡por supuesto!) que
hablaba coreano y otro idioma quizás de allá, quien sabe, pregúntele por el que
dirá y por las moscas, había una pareja de caucásicos, y no amordazaban a nadie
ni estaban amordazados, muy simpáticos, de la misma manera que lo eran los
negros y el coreano, había un nórdico soltero pero sin pinta de haber sido
vikingo, lo cual nos obligo a hacer ciertos cambios en el guión, dos amigos
eslavos, que también con eso de las barbacoas en la terraza comunal, y con eso
de que amenizaban las tertulias (en las cuales nos entendíamos como se
entienden una rana y un perro con el ladra que te ladra y la otra con el croa
que te croa) también acabaron siendo amigos como algo global y no solo algo
territorial. No olvide lo anterior, que debería haber sido bola ganadora y
partido eso de las barbacoas comunales y las tertulias y el buen rollito, a lo
bailábamos y fumábamos la música y la planta de lo políticamente correcto y cuando
ustedes decían que dijéramos beee, decíamos beee, y cuando ustedes decían que
cantásemos beee, cantábamos beee. También como no podían faltar había
sudamericanos, mestizos, nativos, y para que no viniese alguien de su
departamento con ganas de denunciarnos o censurarnos o apagarnos o
desahuciarnos también había gente gorda, gente flaca, gays, lesbianas,
transexuales, hermafroditas, mujeres y mujeres feministas, hombre y hombres no
machistas, niños y niños con el azul como su color favorito y los coches como
su juguete preferido, niñas y niñas con el rosa como su color favorito y las
muñecas como su juguete favorito, e incluso por si se encontrase alguien
quisquilloso en su departamento habíamos encargado un hobbit, un elfo y un enano.
Por si nos dejábamos algo o alguien, por lo cual dudo que dicha conjetura fuese
la que me ha traído aquí y no sé qué cojones ha provocado que esté donde estoy que
es donde no quisiera estar.
¿Qué dice que no me queje que no es para tanto? Usted
se cree que porque me den tres veces de comer al día en cantidades copiosas y
con variedad de elección en el menú, tenga un piso para mí solo de más de 60
metros cuadrados con su cuarto de baño, su salón, su dormitorio, todos los
canales, películas y series imaginables, una más que digna conexión a internet,
videojuegos, los libros que quiera, todo tipo de ocio que guste saciar, tres
horas al día para salir a un amplio espacio donde poder hacer algo de deporte,
pasear, incluso sentarme en un sitio y tomarme una cerveza, manteniendo
prudencia y distancia en las relaciones naturales, hasta que después de ser
observado detenidamente por vuestro ministerio del Cupido, quien sea por
entonces ministro de dicho ministerio acepte y de por bueno y por aprobado la
opción de un posible acercamiento y desarrollo social con otro ser humano que
le haya puesto ojitos o me haya puesto ojitos o nos hayamos puesto ojitos,
dejando vuestra inmensa generosidad también a que ese desarrollo social de paso
a un desarrollo físico para una posible futura copulación para que la especie
no sea extinguida del todo y los robots encargados de las guarderías puedan ser
funcionales. Queréis que acepte sin rechistar que todo eso es suficiente,
suficiente para toda una vida y que me calle o me taparan la boca con baile de
San Vito incluido si me excedo en mis quejas.
Saludos y gracias
DE LA NARIZ Y SUS TEMORES
La nariz le dice a la cara,
¿Sabes que para que me deformen, me afeen, no es necesario solamente un acto
físico? Es decir; tú lo sabes, de igual manera que los que están a las afueras
del telón, como los que están detrás del telón, como el mago de Oz, y tanto Júpiter
y Saturno cuando se sientan en un taburete junto a una barra, comienzan a beber
sus pintas y empiezan con risas, continúan con gritos, toman el camino hacia
los improperios, giran con riesgo por una curva
que lleva a cuestas la señal de curva peligrosa que les lleva a los
puñetazos, empujones, patadas, y a que baile algún diente o algún tabique con
algún comisario del infierno de esos que en la fiesta del final de curso nunca
encuentran pareja de baile. Finalmente, cuando frenan; vuelven las risas,
abrazos, y cada uno a su casa. Si les preguntásemos de que van; responderían
somos Dioses, seres primitivos, no sabemos resolver de otro modo asuntos
planetarios.
A lo que le quería decir la nariz a la cara es que
para que no se sienta con ganas de salir de casa porque no quieren que le vean
como se encuentra esa mañana porque el espejito mágico o el de la tienda de los
chinos le ha dicho que hoy se siente fea, no es solo debido a causa de un golpe
físico que le ha dejado el tabique mirando para Cuenca, puede ser debido a otro
tipo de deformaciones producidas por ejemplo por el olor que produce un trabajo
mal pagado con exceso de horas extras y horarios de termas nucleares que acaba
generando en el trabajador que se convierta en un explotado. Aquí es cuando
interrumpen Júpiter y Saturno, y teorizan; si el trabajador resolviese con el
empleado, el jefe o quien cojones tenga bien puestas las cuadrigas o sea el dueño
de ellas como nosotros resolvemos los asuntos planetarios tal vez los
trabajadores explotados que son muchos, muchos, muchos, muchos, muchos miles
más, muchos miles de miles más de los que podemos imaginar (por no hablar de
los que no tienen trabajo...) según desde el punto de vista Jupiteriano y
Saturniano tal vez así dejarían de quitarse de encima la etiqueta de explotados
aquellos trabajadores que llevan puesta la etiqueta de explotados. La nariz
cansada de que le interrumpan y con deseos de terminar cuanto antes mejor, le
dice a la cara que se puede imaginar que otro tipo de causas puede producir
también olores que le afeen y cuando vaya a Ikea sienta que los espejitos se
ríen en su ¿cara?. Antes de que esto se vaya de madre y la cara quiera pedir
ser independiente de la nariz y entremos en un conflicto de incalculables
deformaciones, desperdicios, y con desagradables consecuencias tanto para la
nariz como para la cara, primero mejor no continuar usando palabras y siguiendo
parte del camino que no sabemos si originariamente fue o no fue trazado por Júpiter
y Saturno, toman la sabia decisión de irse a un bar una oler la cerveza y la
otra a negociar con la boca que le deje saborearla.
Saludos y gracias
BREVE MANIFIESTO DEL VERBO COGER
Había un tiempo donde se cogía
de todo. Se cogía agua fría para lavarse el cuerpo en verano porque el sol era
abrasador y las ganas de reír y de vivir eran infinitas, como estar debajo de una
cascada y colocarse detrás del chorro. Se cogía fruta de los árboles porque no
estaba prohibido ni por un Dios, ni por el gobernador, ni por el primer
ministro, ni por un empresario de esos que hacen dinero con grandes
supermercados. Se cogían platos, cubiertos, utensilios de la cocina para
preparar la comida y poner la mesa, porque todos los días eran domingos si se
sabían hacer bien las cosas, y válgame que así se hacían, porque lo dicho ni
había Dios, ni gobernador, ni primer ministro, ni empresario que tocase las
pelotas con eso de implantar horarios, faena y producción. Ahí te ponías a
comer con los amigos o con quién quisieras, existía la posibilidad de elegir
quizás el mejor lujo conocido hasta ahora, el lujo de elegir con quien estar y
que hacer sin que el señor don impedimentos saque su garrote e imponga
disciplina. Había quien elegía su
familia, en este caso si tenías suerte (que si el camino no es demasiado
retorcido era lo suyo que hubiera lluvia y buena siembra) y andabas en buenas
relaciones sanguíneas, porque a veces las hay que te las hacen pasar putas y
mejor ni navidades, ni fiestas de guardar, ni te conozco, y me dejo de
apellidar tal y me dejo de llamar tal para que no hayan malentendidos, ni
puterios que para putear ya hay otras piedras que se cuelan en los zapatos y son
bien jodidas de sacar, y las llamamos Dios, o gobernador, o primer ministro o
empresario y es ahí cuando la cinta del casete no corre como es debido, la
música se atraganta y el coger se vuelve fechoría e incluso delito, vaya a
usted a saber que necesidad de que surja la angustia de la imposición, de los
impedimentos, de los encierros, de los bozales, de ahogar el coger en su
esencia y su naturaleza.
Es decir; Cuando enredas tu dedo en tu pelo
haciéndole rulos u otras formas geométricas, te relajas ya sea sentada o
apoyada sensualmente contra un muro, o de pie como quien baila en una baldosa
sin necesidad de más baldosas y, miras así como quien mira como si fuese imán,
estrella polar, brújula, faro, o sino, generando tanta intensidad, tanto
interés, que invitas a unas manos que has escogido las cuales responden a una
consciencia, a que tan solo anhelen coger tu boca y besarla, coger tu vestido
de verano y levantarlo para coger tus muslos, tus caderas, y abrazarlas,
estrecharlas, y saber que de esa manera jamás tendremos que volver a mendigar
ni la felicidad ni las ganas de vivir.
Saludos y gracias
LA COMPRA
Se cabreó con Dios. ¿Cómo que
se cabreó con Dios, que quiere decir eso?. Que empezó con me cago en Dios,
joder con Dios, y unas cuantas blasfemias más de la misma textura. Todo porque
eran dos zanahorias, dos melocotones, papel de cocina y una bolsa de espinacas.
Se le olvidó la bolsa de espinacas y ese fue el error número uno.
El número dos fue que cuando dejó en la cocina con
prisas, sin guardar las cosas en su sitio, porque las prisas le decían que
tenía que hacer las cosas con prisas, para volver a la tienda de nuevo y
subsanar el olvido de la bolsa de espinacas, no cayó en la cuenta que al perro
le gustan los melocotones y las zanahorias, y que el perro no es tonto y si
puede, puede, por eso como podía se comió los dos melocotones y las dos
zanahorias. No se daría cuenta hasta más tarde porque ahora estaba liado con
las prisas; que así no, con más delicadeza, que poco sensible eres, hay que
ver, ¿En el ascensor?, en serio en el ascensor, ¿Por qué lo viste en alguna
película y te puso cachondo y babeaste hasta que te la cascaste?. Demasiado simple.
Me aburro. Originalidad.
El número tres es mientras se va a por la bolsa de
espinacas recuerda. Pasado. Modo on. Chico, no sabes lo que haces. Si no tenías
suficientes problemas te vas a buscar unos cuantos más... Y lo de las espinacas
será un juego de niños comparado con lo que te vas a encontrar después de que
termine de hacer su trabajo el pasado y vuelvas al presente bajo su influencia
y con el revólver en tu sien para jugar a su ruleta rusa que te ha preparado.
Dispara, so idiota, dispara. Click, clack, el viaje de de los idiotas va
empezar.
No hace falta
que contabilicemos más errores.... Suficientes para un cortocircuito en el
sistema. Luego dirá que tiene migraña. Hasta que salte la bala que hay alojada
en el tambor y haga una de las suyas.
Fue en la playa. Cuando se podía besar sin
miedo. Sin miedo a un me gustas te quiero besar, bésame tonto. Roto el hielo y
enterrado en la arena el me atrevo o no me atrevo, me atrevo o no me atrevo a
decirle algo, me atrevo o no me atrevo a besarla. ¡Canasta ganadora sobre la
bocina! ¡Abracémonos!. El mundo será un poquito mejor. Luego la cita. El
restaurante, el arreglarse, el querer ponerse guapo y guapa, el que ganas de
verse, el que ganas de cogerle de la mano, el que ganas de que nos vean juntos,
el que ganas de ver su sonrisa. Dicen que las sonrisas son vitamina D (también,
de igual manera que lo es el sol).
Es en la caja del supermercado cuando es atendido por
una cajera (porque tiene que pagar la bolsa de espinacas que se le olvidó coger
cuando estuvo en dicho supermercado hace aprox unos veintidós minutos
diecisiete segundos más o menos): Gracias. Me gustaría hacerle una pregunta sin
ningún tipo de compromiso, ¿Le molestaría no poder expresar lo que siente, no
poder manifestar lo que desea, que le
tapasen la boca, le cerrasen la sonrisa? Si fuese así no podría respirar bien,
verdad. No le contesta.
Dos disparos y por suerte no ha saltado la bala del
tambor. Su sien sigue intacta. Una vez abre la puerta de su casa y llega a la
cocina descubre que la bolsa de espinacas ya no es suficiente porque un perro
feliz y más que satisfecho no únicamente de que esté de vuelta, se ha comido
las dos zanahorias y los dos melocotones. Ahora sí, es silencioso, no retumba,
no suena en el rellano, no crea ningún tipo de alarma en el vecindario, no se
oirán sirenas ni vendrán los bomberos, ni la ambulancia ni la policía. Está de
suerte. ¡Yuju! Tres puntos para el por un momento (falso, mentira, trola,
embuste, patraña, calumnia...) el hombre más feliz del metro cuadrado en el
cual se encuentra. ¿Ni aún así?. Jopeta. Pero él sí que lo siente, es lo que tiene
jugar a la ruleta rusa, al final a la probabilidad no se le puede tomar el pelo
como si fuese el tonto de la clase, no es fácil meterle mano y robarle de la
caja fuerte, la probabilidad es un tipo de banco, el banco de nuestro sino.
Lo hace, mensaje: Hola,
¿te acuerdas de mí? Perdona que te insista tanto, no quiero ser un pesado pero
había pensado que ahora que hace buen tiempo podríamos ir a la playa... ¿Qué
dices?.
Saludos y gracias
DESMENUZANDO LA ESCALADA EVOLUTIVA
No hablaron. Estuvieron en
silencio. Era un grupo grande de gente. Entre dos y diez personas. No sabían de
la importancia del momento, del ahora. O si lo sabían no lo estimulaban.
Degradaron de tal manera con su actitud el paso del tiempo que hasta se
fundieron los relojes. Nadie llevaba relojes. Ahora se mira la hora en los
móviles. Si se hubiesen fundido los relojes quizás se hubiesen visto
perjudicadas sus muñecas. ¿Se les hubiera quedado la mano colgando?.
Estaban sentados en una mesa de una terraza.
Continuaban con la osadía de no pronunciar palabras. Si alguien le tenía que
decir una información al otro alguien el otro no lo podría saber a no ser que
lo escribiese. Pero no tenían papel y lápiz. Tenían algo mejor, manzanas del
árbol del pecado, transformadas en productos cuyo logo y sus servicios actuaban
como un virus, como una adicción, como una llamada de un ser divino que
anunciara su llegada y hay que dejarlo todo para recibirlo y mostrarle
pleitesía, arrodillarse, orarle, mamársela incluso si la divinidad necesitase
en determinado momento de ciertos placeres sabidos a nivel terrenal pero con un
total desconocimiento si también son existentes a nivel divino. ¿Realmente crees
que necesitarían papel y lápiz, o desarrollar la capacidad del habla para
comunicarse? Se reirían en tu cara porque se sentirían insultados ante tal
idea, por favor, ellos primitivos, maduremos y pongámosles en el lugar que les
corresponde dentro de la escala evolutiva, que si no sufriremos las fútiles
plagas de la divinidad de la manzana.
Tan solo una muñeca que debía de estar colgando si
llevasen reloj y el otro brazo seguiría igual; de buen rollo con sus músculos,
sus tendones, sus huesos, su aquí te pillo aquí te mato, de dicho miembro no
quedaría colgando ninguna parte y la vertiente estética lo agradecería.
¿Tendría envidia esta extremidad de la otra extremidad? Sería capaz de
comprarse un reloj para su muñeca y dejarla colgando en caso de que hubiese
tenido reloj en su otra muñeca y esta debido a esa actitud tan degradante hacia
el paso del tiempo se le hubiese fundido el reloj que supuestamente hubiese
llevado perjudicándole de tal forma que se le hubiera quedado la muñeca
colgando. Todo es posible. Ha subido alguien esa frase en Instagram con una
imagen de fondo muy motivadora. Dale poder al ego que el ego le dará poder al
ego.
Era un grupo grande de gente. De dos a diez personas.
No solo no hablaban, tampoco levantaban la cabeza. No eran capaces de
reaccionar a lo que ocurría a su alrededor. Si hubiese aparecido un tanque ni
se hubiesen inmutado. Rebobinemos para perfilar adecuadamente lo del tanque,
retroceso a una segunda oportunidad y dejar las cosas claras; se hubiesen
inmutado en caso de que algún "iluminati" de los reunidos hubiese
pensado en un tanque para un momento top, entonces y solo entonces,(da igual
que en la frontera dos mesas al norte se estuviese iniciando la cuadragésima
guerra mundial de las estupideces prescindibles pero esta vez con tanque y en
sandalias) hubiesen prestado atención a su alrededor, y mira tú por dónde un
tanque cuando más hace falta, chachipirulijuanpelotilla
nos vamos de party party, hubiesen preparado el objetivo, hubiesen puesto
su máximo furor, hubiesen inducido a activar un preparados, listos, ¡ya!. De
esa manera entrar en una trepidante carrera, volver agachar la cabeza no vaya
ser que por error en el sistema se descubriera el brillo de sus ojos, aplicar
los filtros adecuados, subir la imagen a Instagram, hashtag todo es posible,
hashtag yo vivo el momento, hashtag mola mazo,
y hashtageando que es gerundio. Todo eso antes que cualquiera de las
otras personas componentes del grupo grande, para que el presumir pueda ser
conjugado y aplicado en todo su concepto. La competitividad muestre su razón de
ser.
Erase una vez en una galaxia tristemente no muy muy
lejana un grupo grande de gente. De dos a diez personas. No hablaban. No
levantaban la cabeza. No eran cualquiera. Eran el siguiente peldaño en la escala
evolutiva, dales un menhir que verías lo que te harían....
Saludos y gracias
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