El gran clásico de fondo, Real Madrid versus Barcelona. Una tragedia que acaba de sacudir a un país, 90 muertes y un avión estrellado. Entre ellos los máximos cargos mandatarios de dicho país. Y dos amigos que hablan.............antes de que el arbitro de comienzo al partido.
- ¿Qué te parece que los jugadores del Real Madrid lleven el brazalete negro y los del Barcelona no?
- Me parece bien, porque los del Madrid lo llevan por Dudek, y en el Barcelona no hay ningún polaco.
- Como puedes decir que te parece bien, y encima aquí, en Polonia.
- ¿Acaso llevaron ellos los jugadores de la liga polaca brazaletes negros cuando Haití sufrió el terrible terremoto, acaso llevan brazaletes negros por los niños de África que mueren todos los días por culpa de armas que Estados Unidos y Europa les venden? ¿Acaso ha llevado alguna vez un polaco un brazalete negro por todas las muertes que se han producido en Irak por la maldita guerra que su presidente ahora fallecido apoyo sin ningún tipo de duda?
- No sabes lo que dices, anda cállate la boca y mira el partido.
- Entiendo lo que han sufrido, entiendo que los polacos estén estos días en shock y de luto. Pero no puedes exigir a los demás de otras naciones que lleven el brazalete negro por esta desgracia y por otras no.
- Yo no estoy diciendo eso, no la líes.
- Sabes que pasa, que estoy hasta los cojones de la hipocresía de la muerte. Que sigan existiendo muertos de primera y muertos de segunda.
- Tú lo que estas es chalado, cállate no vaya a ser que aun acabemos el día y nos llevemos una somanta de palos.
No se volvió hablar del tema durante toda la noche, el partido siguió su ritmo, su compás, al ritmo de un Barcelona que una vez más demostró porque en la actualidad es el mejor equipo del mundo, y porque gusta tanto verlo. Los dos amigos de antes, acabaron la noche entre jarras de cervezas, risas, y abrazos diciéndose que se quieren, y los reveses del mundo al final del recorrido quedaron allí, aparte. Por suerte esta vez no irrumpieron y dañaron una gran amistad.
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