LIBERACIÓN SEGUNDA PARTE

Una vez hecha la primera parte, la exposición. Es decir haber descifrado cuales son los lastres que impiden que demos ese salto cualitativo dentro de nosotros mismos, esa liberación interior que todos anhelamos, aunque cada uno lo exprese de diferentes motivos. Ese salto al vacío sin paracaídas, pero con la fe de que al llegar al suelo no nos haremos daño, todo lo contrario saldremos intactos y reinventados. Viene la segunda parte, quizás la más difícil de las dos, la que necesita toda nuestra fuerza de voluntad, donde hay que estar totalmente preparados, listos y ya. Se trata de expulsar esos lastres, ya están detectados, señalados, empaquetados, ahora hay que tirarlos por la borda, hacer que desaparezcan, que se hundan en el océano para siempre. Entonces surge el gran dilema.............

¿Cómo introducirlos en una botella y echarlos al mar en busca del olvido?

¿Cómo deshacerse de ellos asegurándose que no dejan ninguna herida abierta?

¿Cómo triturarlos, hacerlos añicos, inservibles sin que nos agoten nuestras energías?

¿Cómo echarlos al vació asegurándonos que no iremos nosotros detrás de ellos?

Lo cierto es que no sé que respuestas se esconden detrás de estos interrogantes, y dudo mucho que exista un manual, unas directrices exactas a seguir, una formula donde poniendo los valores exactos a cada incógnita resuelvas el problema sin más. Quizás por eso es tan complicado esta parte. Lo único que creo es que con paciencia, y con calma, y sobretodo queriendo, deseando encontrar la respuesta, viendo dentro de nosotros mismos tarde o temprano encontraremos el modo de hacerlo. Tan solo hay que saber esperar. Una vez más.............

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