JUGANDO AL AHORCADO



Hoy he pensado en ti mientras me dejaba caer en el sofá, llegaba lejos, muy lejos, tan lejos que me he dado cuenta de lo estúpido que puedo llegar a ser.

Hoy he jugado al ahorcado intentando averiguar que se esconde detrás de esa mirada, esos gestos, ese silencio.

Hoy me han faltado las vocales para completar la inseguridad de las consonantes, quizás así hubiera hecho que todo lo que últimamente me sale del revés vuelva a su derecho.

Hoy he imaginado tu escote, el principio de tus senos, ese escaparate ideal para tener dulces sueños.

Hoy he percibido que al menos acertaba la última palabra, desde la divisoria que me ofrece mi sofá.

Hoy creí averiguar tu palabra de cuatro letras, espero no estar confundido, porque una te lo da todo, es el principio de un mañana y la otra te lo quita todo, te roba todas las esperanzas.

Hoy he tenido dudas irregulares, distorsionadas, porque mi ingles todavía no es lo suficiente para saber que se esconde detrás de tus labios. Es lo que pasa cuando los besos no saben a nada.

Hoy creí corregir mis errores parciales, un mal juego, un set defectuoso, la pelota no quería entrar. Al descubrir que aunque la soga me llegue hasta el cuello tú no quieres apretarla.

Hoy me has pedido que piense en una palabra a ver si era la misma que querías que adivinara, yo pensé en oportunidad, y a la tuya me dices que le falto una tilde para saber si se trataba de la misma.

Hoy jugué mi propio ahorcado para decirte que la frontera que más me gusta descubrir es aquella que me lleva a tu lado.

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