ISLAS DESIERTAS

Tiene que volver a sonar, como esa vieja canción que resucitaba las ganas de sentirnos unos valientes, porque esta mañana me he vuelto a levantar, y eso, eso, que si no te lo contaron, o no te quisiste dar cuenta el otro día volví a caer, ya ves, ahí estaba la vieja versión que creí haberle hecho borrón, mientras tú me dejabas una nota debajo del felpudo de la puerta diciéndome que te ibas a una isla preciosa y con alguien muy especial, no querías matizar los detalles, no fuera que luego más tarde cuando me pareció dar contigo en el bar que maúllan los gatos solitarios, creyendo encontrar esa isla desierta entre los vasos de cerveza que todavía no sé exactamente cuántos náufragos se habían ahogado, cuando te dije vamos a bailar que esté que ves delante de ti, no puedo ser yo, y me respondiste hay fronteras que son mejor no traspasar, y entonces te comenté de que nueva isla me estás hablando, que no puede ser que quieras irte tan lejos. 

Así que ya ves, esta mañana me he vuelto a poner de pie, no tenía mucho sentido seguir a la deriva si tú no estás a mi lado, aunque decidiste irte a bailar con alguien que si alguna vez te lo acabaras encontrando en la otra esquina del salón, te darías cuenta que jamás podría hacerte tan feliz como yo te prometería si te dejaras escucharlo, ya sabes, lo descubrí un día mientras me inventaba una historia sobre islas perdidas, notas debajo de un felpudo, noches cerradas en un antro lleno de felinos, que si quieres, que si quieres, cuando vuelvas de tu isla, o decidas que no existen fronteras que valgan la pena, subiré el volumen, y volverá a sonar, esta vez muy alto, hasta allí donde dices que no se puede llegar, y nos volveremos a sentir unos valientes, veras que bien nos hace. 

Saludos y gracias

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