Me decías que nunca seríamos
felices, y ahora sé a lo que te referías, que nunca lo seríamos juntos, o al
menos eso tenía que significar la rabia contenida en las últimas palabras que
nos dijimos, como saliste con un portazo que espantó hasta las ratas que se
querían colar por el hueco que había dejado la puerta entre abierta, y esas
tendencias erróneas de romper las cosas en los momentos inútiles de la vida, y
dos días más tarde llegar con el perdón, no sabía lo que decía, tranquila, yo
también perdí los papeles, intentar recuperar el tiempo en la cama, dejarla
desecha con nuestros cuerpos desnudos sobre ella, y encender un cigarrito de marihuana
de la buena, decirle a Libre que deje de ladrar, y él que no entiende nada
porque está como un titán defendiendo nuestro territorio de una rata gigante
que filmada por una cámara de ciencia ficción seguramente tendría dos metros de
largo y otros tanto de alto.
Días más tarde se despierta el
gen de la inconsciencia y vuelta a empezar, gritos, portazos, sombrillas rotas,
ahora ya no tendremos con que cubrirnos del sol cuando vayamos a la playa, y
roedores que declaran la tercera guerra mundial a Libre mientras pide con ladridos
huecos y vacios ayuda, aunque sea con bombas de racimo caseras, y al final
llegar un día a casa, con una botella de vino, una novela de verano, como
sistema de redención y fumar con marihuana de esa que es tan buena la pipa de
la paz, y encontrar a Libre abatido, y pensar todo con el mundo roedor está
perdido, y resulta que ahí hubo victoria, la derrota está en una nota que
dejaste, diciéndolo todo claramente:” Espero que al final encuentres tu final
feliz, pero no será conmigo a tu lado. Adiós” Creo que ahí fue cuando entendí a
lo que te referías con lo que jamás seríamos felices.
Saludos y gracias
Me engaño el titulo, esperaba el final feliz juntos, Si asi fuera no seria el Inmigrante.
ResponderEliminarGenial!!!!!!
Un abrazo
ay, que me has engañado, al igual que Lapislazuli esperaba un final dulce y tibio entre esas sábanas de verano a la luz de la luna.
ResponderEliminar¿qué te voy a contar? el amor duele tanto como el desamor...