Justo busco una sensación de
bienestar que me haga recuperar esos buenos momentos que se perdieron en el océano,
como los libros que no recuerdas que tienes porque están cubiertos de polvo o
en la tercera fila de la estantería, ese lugar que a nuestra manera puede
resultar perfecto, hasta que se pase el hechizo, y vuelvan los trozos de
cristal, quizás por eso si no compartes algunas de mis excentricidades o me
escuchas hablar en voz alta más de la cuenta, quizás entiendas porque lo
primero que hago después de levantarme y vestirme todas las mañanas, es seguir
recorriendo todos los caminos que hagan falta hasta encontrar ese beso, aunque
para ello tenga que soportar más soledades de las que recomendaría el sabio del
desierto.
Saludos y gracias
En algun momento puede llegar ese beso
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