Bajará en la próxima parada,
buscará con la mirada dragones en el cielo que prendan la ciudad, se dirigirá a
la universidad buscando antiguos lugares comunes, que hace mucho tiempo dejó de
visitar, de hacerlos suyos, le buscará a él con la mirada perdida por todas
partes como hacía antaño, y sacará de la mochila la misma pashmina roja que le
regaló cuando decidieron celebrar eligiéndolo al azar que estaban juntos, se
dirigirá a la misma clase donde se vieron por primera vez y lo supieron, un
meteorito caía en ese momento haciendo un agujero en la atmosfera terrestre por
donde tan solo podían salir ellos dos para llegar a la luna cuando quisieran,
se acercará a fumarse un cigarro en el mismo rincón donde se sentaban después
de clase, y les gustaba contar los gatos que se dejaban ver y les inventaban nombres.
Abrirá con gritos recuerdos que
no querían volver a salir, pensar en los hipopótamos que él le dibujaba, y
preguntarse que será del caparazón de tortuga que tenían para protegerse e
inventar el fuego una y otra vez, cuando se enfadaba y se volvía irracional,
tan solo ella era capaz de calmarlo diciéndole niño ven una vez más a mí que
sabes que siempre estaré aquí, y abrazándolo y acariciando su pelo raro lo anestesiaba
retornando así a su estado natural, como saltaban los muros de prohibido pasar,
alcanzando de esa manera la casa encantada donde se sucedían las noches con
candiles que traían de una tienda de todo a cien y hacían el amor como si fuera
la primera vez, hasta que una vez llegó el ruido de helicópteros que no
cesaban, y tuvieron que salir corriendo, hubo un estallido, un apagón y el
final.
Ahora abre el telediario y no
puede dejar de contener las lágrimas, y se pregunta si rebobinando hacía atrás
lo volverá a encontrar en la próxima parada cuando se baje de su barquito de
papel.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario