EL CANDELABRO



La noche es un candelabro que por las mañanas se balancea tanteando donde deambuló el último sonido de un bar y su refugiado borracho tratando de bajar la luna. ¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿Por qué hemos venido? se telegrafían las dudas y unas putas que tienen el corazón verde, tristes porque a cambio de dinero habían tratado de encontrar las respuestas.

Días más tarde pensé que les quise decir que si se fijaron bien, estoy muy lejos del que tengo que ser y del que fui, porque también como ellas busqué entre las fronteras del bien y el mal los interrogantes que han abierto las heridas no cerradas. En un caudal de desesperación el analgésico fue unos botones mal abrochados y unas tetas que me follaron como si no hubiese fin del mundo, y tal vez por eso, la primera vez que al día siguiente el candelabro sin timidez alguna seguía prendiendo la llama.

Saludos y gracias    

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