Bebes de una taza que tiene la
imagen de un perro con mirada triste. Es como una droga dices... Un día deja de
sonreírte la vida y bebes, bebes, vuelves a beber. Es triste como la mirada del
perro, pero al final es lo único que crees que te queda y que sabes hacer bien.
Autoayuda: Todo saldrá bien...
Repetírselo e incluso escribirlo cien veces en la pizarra de algún colegio
cerrado donde huela a meados, ratas y abandono. Dirán que fue por culpa de la
radioactividad.
¿Sabes? Fue en ese pupitre
donde hace años un alumno dijo que tenía la fórmula para ser siempre felices y
el profesor le regañó y le atizó con la regla. Creo que ahora se dedica a
diseñar miradas tristes de perros para tazas de café.
Saludos y gracias
Muy bueno!! en mi humilde opinión uno de los mejores poemas que te he leido ;-)
ResponderEliminargracias ;)
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