Esperamos inútilmente a que el
juicio final lo anuncien los telediarios y nos mueva una vez más otra oleada de
pánico. Hasta entonces ahí estamos, parados en un andén a que vuelva a pasar el
tren que una vez dejamos escapar. Y el movimiento debería ser otra cosa...
Se nos olvidó que las alas si
no aletean pierden el vuelo y la gravedad lo que está arriba lo tira hacia
abajo sin ningún tipo de piedad. Por eso el recuerdo hermoso de cuando se rozan
las pieles de cuerpos dormidos en la penumbra y como si fuese el contacto de
dos piedras nace el fuego.
¿Quién dibujo la vida pensó
acaso en la soledad que como arañazos de gatos se refleja en los espejos? En
que a veces (demasiadas) solo se ama en los sueños, porque esa grieta llamada
realidad cuando se pone borde silba una oscura melodía esperando a que los
espectadores pierdan el equilibrio.
Buscas urgentemente instrucciones para
sobrevivir al juicio final. ¿No te das cuenta que eso es lo que quieren?
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario