MIMO



Tres horas, tres horas para escribir algo y no se me ocurre nada. Aquí delante, casi como si perdiera el tiempo. Lo cierto es que me siento como un naufrago, si, como un naufrago, perdido delante de la pantalla del ordenador sin saber que escribir. Y con la sensación que cuando encuentre finalmente algo sobre lo que escribir habré llegado tarde, y que lo que escriba y cuelgue como post le va importar un pimiento a quien lo lea. Por cierto, ¿Alguien leerá este blog? O desde que le cambie el nombre y su dirección fue como llevarlo a su perdición. A veces tengo la sensación que está triste, triste porque se siente solo. Como un mimo que esta en la calle y nadie se para a observarlo ni tan siquiera un momento. Si, quizás mi blog es un mimo solo que en vez de expresar con gestos las penurias y alegrías que uno va recogiendo por la vida, lo expresa con letras a veces descompasadas, a veces con más ruido que otra cosa, y a veces con algo de ingenio.

Quizás lo que le falte es un toque de alegría. Algo dulce y sabroso, que ponga una sonrisa, que diagnostique un buen propósito y un buen pronostico, algo vital que llame la atención, que la gente quiera leer porque le devuelve las ganas de vivir, de cantar, de gritar, de liberarse. Algo que haga sentir bien a los demás y que les entren ganas de hacer un acto altruista aunque sea lo más minimalista posible. Pero algo que se puedan llevar a la tumba para siempre, algo que les libere de sus pecados, sus dolores de conciencia, de sus malos días, de su mala suerte, de ese gafe que les arrastra hasta un valle oscuro y desértico del cual no hay salida. Algo fresco, armonioso, irónico, travieso, desconcertante, maravilloso, impredecible y a la vez engañoso, como un truco de magia. Eso, eso es lo que le falta a este blog, hacer un truco de magia con las palabras. ¿Y como y donde conseguir todos esos elementos necesarios? ¿Y una vez conseguidos como elemento hipotético donde se encuentra la receta que diga como mezclarlo en el orden adecuado, y con sus cantidades en proporciones saludables? Y por supuesto y lo más importante, no olvidemos que detrás de todo esto tendría que estar yo. Por lo tanto tendría que recuperar parte del sentido del humor que perdí últimamente, volver a encontrar la virtud de reírme de los dramas, para trasformarlos en tragicomedias, y más tarde quitarles el tragi de en medio. Claro que si todo ello surgiera sería fantástico, poder hacer trucos de magia con las palabras, y que la gente disfrutará, y se riera, y compartiéramos nuestro buen humor y lo contagiáramos haya por donde anduviéramos o anduviésemos. Poder ayudar a otras personas a sentirse mejor, curar corazones tristes y melancólicos, aliviar contradicciones, salvar en pequeñas dosis este mundo tan inocente y pirómano a la vez. Dar alas para volar, aunque al final no volase nadie. Motivar a crear dentro de uno mismo pensamientos alegres y desechar los corrosivos, los malditos, los jodidos, los pordioseros, los que fatigan, los que cansan, los que matan. Crear, crear para transformar palabras en malabares, y estos en juegos de cartas, y estos en trucos de magia y estos en sueños y estos en alegrías, y estas en canciones que pasaran de nuevo a ser palabras y así volver a reprender este circulo maravilloso, y darles vueltas, y vueltas sin parar, sin parar, sin parar................

Ojalá fuera capaz de todo eso, ojalá este blog dejará de ser un mimo triste, con escasos seguidores, o mejor dicho no tantos como querría pero los que son, son queridos y admirados. Ojalá fuera el mimo alegre y vital que me gustaría.

Mientras tanto por cabezonería y porque me encanta, continuare escribiendo, y escribiendo en el y en su gemelo, con la ingenua esperanza de encontrar algún día la formula que me lleve a crear en alguno de los dos o en ambos ese mimo que llevo en mente y que espero que alguna vez se haga realidad.

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