Creía que había marcado bien el número de teléfono, lo recuerda muy bien, se lo dieron en aquel bar, en aquella servilleta, la misma que ahora tenía delante suyo. Allí estaba, sentado en una esquina de un bar, ese bar, el de siempre, en el que era un cliente habitual, en el cual no se sentía mal si lo veían solo, sin más compañía que un Whisky antiguo acompañado de Soda. Allí fue, mientras se encontraba descubriendo que guardaba en los bolsillos de su abrigo, cuando saco la servilleta con el número de teléfono que luego a continuación marcaría porque no tenía ninguna otra cosa mejor que hacer.
Hola! ¿Te acuerdas de mí? Te prometí que te llamaría
Muchas veces me han dicho eso pero nunca lo han cumplido
Pero yo no soy de esos
¿Y de que clase eres tú?
De los que cumple sus promesas
Estáis en peligro de extinción
Por eso resultamos tan interesantes
La respuesta fue un silencio espeso, aturdidor. Pausa, ruidos extraños, un suspiro, y... él wait, wait, un trago a su viejo amigo, a su única compañía, y... wait.
Creo que no nos conocemos
También me he dado cuenta, creía que llamaba a otro número de teléfono
¿Crees que hubiera resultado mejor?
No lo sé, todavía desconozco que va a resultar de todo esto
Quizás te ofrezca algo que merezca la pena, algo que nos compense a los dos, algo que nos haga sobrevivir y sentirnos bien
¿Qué me propones?
Puedo proponerte algo rápido, sencillo y clásico. Te doy mi dirección, vienes ahora mismo porque no tienes ninguna cosa mejor que hacer, yo te invito a una copa mientras me observas y estudias mi físico, que ya se encuentra debido a la escasez de ropa, descubriendo puntos interesantes. Una vez llegados a este punto, dejas que juegue un poco contigo, porque ese es el trato, aunque tú lo desconoces, pero ese es el trato, primero ves, y luego si te lo has ganado pasas al siguiente nivel
¿Qué tengo que hacer para que me toque el premio gordo?
No hablar demasiado, y no resultar pedante
Eso creo que puedo hacerlo
Pero esa sería una opción, y no he dicho que sea la definitiva
¿Qué otra propuesta llevas entre manos?
Tú me dices que vaya al bar en el cual te encuentras ahora, me invitas a ese Whisky con soda que te estás tomando, jugamos a conocernos pero sin intimar demasiado, y ponemos dos reglas. Una, esta noche acabaremos en tu casa o en la mía, y haremos el amor hasta que no podamos más. Dos, nos guste demasiado o no nos guste demasiado por el bien de los dos no nos volveremos a ver
¿Qué pasa si ahora digo que acepto tus dos reglas, pero con el paso de los días hago como que me vuelvo a equivocar con un número que me habían dejado escrito en una servilleta y te vuelvo a llamar?
Me arriesgare a que eso pueda pasar
Hola! ¿Te acuerdas de mí? Te prometí que te llamaría
Muchas veces me han dicho eso pero nunca lo han cumplido
Pero yo no soy de esos
¿Y de que clase eres tú?
De los que cumple sus promesas
Estáis en peligro de extinción
Por eso resultamos tan interesantes
La respuesta fue un silencio espeso, aturdidor. Pausa, ruidos extraños, un suspiro, y... él wait, wait, un trago a su viejo amigo, a su única compañía, y... wait.
Creo que no nos conocemos
También me he dado cuenta, creía que llamaba a otro número de teléfono
¿Crees que hubiera resultado mejor?
No lo sé, todavía desconozco que va a resultar de todo esto
Quizás te ofrezca algo que merezca la pena, algo que nos compense a los dos, algo que nos haga sobrevivir y sentirnos bien
¿Qué me propones?
Puedo proponerte algo rápido, sencillo y clásico. Te doy mi dirección, vienes ahora mismo porque no tienes ninguna cosa mejor que hacer, yo te invito a una copa mientras me observas y estudias mi físico, que ya se encuentra debido a la escasez de ropa, descubriendo puntos interesantes. Una vez llegados a este punto, dejas que juegue un poco contigo, porque ese es el trato, aunque tú lo desconoces, pero ese es el trato, primero ves, y luego si te lo has ganado pasas al siguiente nivel
¿Qué tengo que hacer para que me toque el premio gordo?
No hablar demasiado, y no resultar pedante
Eso creo que puedo hacerlo
Pero esa sería una opción, y no he dicho que sea la definitiva
¿Qué otra propuesta llevas entre manos?
Tú me dices que vaya al bar en el cual te encuentras ahora, me invitas a ese Whisky con soda que te estás tomando, jugamos a conocernos pero sin intimar demasiado, y ponemos dos reglas. Una, esta noche acabaremos en tu casa o en la mía, y haremos el amor hasta que no podamos más. Dos, nos guste demasiado o no nos guste demasiado por el bien de los dos no nos volveremos a ver
¿Qué pasa si ahora digo que acepto tus dos reglas, pero con el paso de los días hago como que me vuelvo a equivocar con un número que me habían dejado escrito en una servilleta y te vuelvo a llamar?
Me arriesgare a que eso pueda pasar
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