A veces es algo figurado, tu nombre debajo del mío colgando de un puente imaginario.
Algún libro que sobra de la estantería porque el gato se puso a leerlo mientras maullaba a la luna.
Extraños mirando por la ventana, y preguntándonos con gestos porque nadie les deja entrar a ninguna parte.
El humo de tu cigarro haciendo figuras en el aire y nosotros jugando a adivina de que se trata.
Porque a veces todo es figurado, trozos de papel por todos los rincones y escondiendo detrás de sus líneas el mapa de un tesoro.
Televisores que dejaron de emitir imágenes a cambio de convertirse en una puerta secreta a un agujero gusano que todavía está por descubrirse.
Emisoras de radio que hablan todos los idiomas del mundo simultáneamente, sin interrupciones, sin crear ningún tipo de caos.
Atajos y callejones encarcelados, sujetos a un teorema que todavía está por hallarse dentro del mundo de las ciencias.
Porque solo a veces, a veces, tu mundo es un laberinto y yo me encuentro esperándote en la salida hasta que encuentres las respuestas que buscabas.
Así es como tu mate se convierte en especies para la sopa que tomaremos esa tarde fría de invierno
Y Mafalda resucita para recordarnos que el mundo necesita medicinas para bajar su calentura, qué está a punto de estallar.
Las farolas se ponen de acuerdo para tocar una vieja canción cada vez que un alma perdida se apoya en su regazo, en busca del rumbo que una vez perdió.
Ahora todo cambio de sentido, ya nada va igual que las agujas del reloj, y las reglas a las que estábamos acostumbrados se pusieron en huelga generando la figuración abstracta. La sorpresa inocua.
Las fabricas dejaron de tirar humo y mierda por sus chimeneas del infierno, a cambio de confeti y fuegos artificiales.
La rutina dejo de ser empalagosa, por eso ya dejamos de citarnos como si se tratara de un encuentro de agenda, y lo dejamos al libre albedrío, a la casualidad, porque sé que tarde o temprano volverás a mí, tan solo me queda figurarme lo lindo que será cuando regreses.
Algún libro que sobra de la estantería porque el gato se puso a leerlo mientras maullaba a la luna.
Extraños mirando por la ventana, y preguntándonos con gestos porque nadie les deja entrar a ninguna parte.
El humo de tu cigarro haciendo figuras en el aire y nosotros jugando a adivina de que se trata.
Porque a veces todo es figurado, trozos de papel por todos los rincones y escondiendo detrás de sus líneas el mapa de un tesoro.
Televisores que dejaron de emitir imágenes a cambio de convertirse en una puerta secreta a un agujero gusano que todavía está por descubrirse.
Emisoras de radio que hablan todos los idiomas del mundo simultáneamente, sin interrupciones, sin crear ningún tipo de caos.
Atajos y callejones encarcelados, sujetos a un teorema que todavía está por hallarse dentro del mundo de las ciencias.
Porque solo a veces, a veces, tu mundo es un laberinto y yo me encuentro esperándote en la salida hasta que encuentres las respuestas que buscabas.
Así es como tu mate se convierte en especies para la sopa que tomaremos esa tarde fría de invierno
Y Mafalda resucita para recordarnos que el mundo necesita medicinas para bajar su calentura, qué está a punto de estallar.
Las farolas se ponen de acuerdo para tocar una vieja canción cada vez que un alma perdida se apoya en su regazo, en busca del rumbo que una vez perdió.
Ahora todo cambio de sentido, ya nada va igual que las agujas del reloj, y las reglas a las que estábamos acostumbrados se pusieron en huelga generando la figuración abstracta. La sorpresa inocua.
Las fabricas dejaron de tirar humo y mierda por sus chimeneas del infierno, a cambio de confeti y fuegos artificiales.
La rutina dejo de ser empalagosa, por eso ya dejamos de citarnos como si se tratara de un encuentro de agenda, y lo dejamos al libre albedrío, a la casualidad, porque sé que tarde o temprano volverás a mí, tan solo me queda figurarme lo lindo que será cuando regreses.
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