Dónde están mis palabras contestatarias, reivindicativas, tristes, alegres, poderosas, melancólicas, nostálgicas, fantásticas, presumibles, inevitables, erróneas, acertadas, imaginativas, cardiacas, relajadas, comatosas, esperanzadoras, irreductibles, vulnerables...
Dónde están mis palabras cuando se me escapa de la mano el futuro, y el presente no lo entiendo y el pasado no me deja descansar ningún minuto.
Dónde están mis palabras cuando tú te vas y tengo que aprender a esperarte, a buscar tu abrazo en la distancia, encontrar tus pensamientos en la red.
Dónde están mis palabras cuando la espesura del alcohol me adormece, me entona, me encandila, me devuelve a un estado paranoico, al centro del universo, al borde del centro de la tierra.
Dónde están mis palabras cuando la música me hace viajar a lugares lunáticos, a mundos llenos de notas, acordes, y lagrimas que cayeron por las batallas perdidas y por las que ganaremos.
Dónde están mis palabras cuando necesito traspasar muros, tumbar pilares, destruir tabiques, y construir mi mundo a mi manera, a mi antojo, bajo mis reglas, mi seña e identidad ¿Dónde están mis palabras para dar un razonamiento lógico al termino mi identidad?
Dónde están mis palabras cuando necesito traspasar océanos, volar muy lejos metafóricamente, físicamente, ¿Quién sabe?
Dónde están mis palabras cuando quiero entender qué es todo eso que a ratos me parece tan hermoso y se me escapa entre los dedos como el humo que deja una calada con sabor a María.
Dónde están mis palabras cuando necesito entender cuál es mi infinito, y cortar los hilos que me atan como marioneta a un circo lleno de mentiras y construido a base de juego sucio.
Dónde están mis palabras cuando necesito que me escuchen.
Dónde están mis palabras cuando se me escapa de la mano el futuro, y el presente no lo entiendo y el pasado no me deja descansar ningún minuto.
Dónde están mis palabras cuando tú te vas y tengo que aprender a esperarte, a buscar tu abrazo en la distancia, encontrar tus pensamientos en la red.
Dónde están mis palabras cuando la espesura del alcohol me adormece, me entona, me encandila, me devuelve a un estado paranoico, al centro del universo, al borde del centro de la tierra.
Dónde están mis palabras cuando la música me hace viajar a lugares lunáticos, a mundos llenos de notas, acordes, y lagrimas que cayeron por las batallas perdidas y por las que ganaremos.
Dónde están mis palabras cuando necesito traspasar muros, tumbar pilares, destruir tabiques, y construir mi mundo a mi manera, a mi antojo, bajo mis reglas, mi seña e identidad ¿Dónde están mis palabras para dar un razonamiento lógico al termino mi identidad?
Dónde están mis palabras cuando necesito traspasar océanos, volar muy lejos metafóricamente, físicamente, ¿Quién sabe?
Dónde están mis palabras cuando quiero entender qué es todo eso que a ratos me parece tan hermoso y se me escapa entre los dedos como el humo que deja una calada con sabor a María.
Dónde están mis palabras cuando necesito entender cuál es mi infinito, y cortar los hilos que me atan como marioneta a un circo lleno de mentiras y construido a base de juego sucio.
Dónde están mis palabras cuando necesito que me escuchen.
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