Algunas veces pasa que te echo de menos más de lo normal, que pienso en ti más a menudo de lo que me gustaría, que se me nubla tu imagen y se me difumina en cierta manera tu rostro, quien fuiste, quien eras, quizás quien serás....
Algunas veces pasa que hay goteras en el salón, y Libre bebe de allí aunque lo tenga prohibido, y yo saco el paraguas roto que guardo en el baúl de los trastos inservibles y me pongo a bailar desnudo hasta que la lluvia termine de limpiar las malas hierbas que en ocasiones deja la memoria.
Algunas veces pasa que me giro en el sofá para comentarte la escena de esa película que vuelvo a ver por decima vez, y me encuentro que de ti tan solo me queda el recuerdo de la vieja camisa de los Knicks, y a Libre esperando una caricia.
Algunas veces pasa que cuando cocino preparo tu plato preferido, aunque no me guste, aunque tú no estés para probarlo, y descorcho el vino que guardo una y otra vez para cuando vuelvas, o eso es lo que quiero sentir cuando Libre aúlla a las sirenas de las ambulancias y a los dos se nos cae una lágrima.
Algunas veces pasa que cuando cojo la correa de Libre para sacarlo a pasear, recuerdo tus palabras diciéndome que contradicción más grande la tuya, llamarlo Libre para luego más tarde ponerle una correa, y a mí se me apaga la respuesta, y de repente me siento culpable de demasiadas cosas.
Algunas veces pasa que me imagino que vuelves a entrar por la misma puerta que una vez saliste para no volver, trayendo contigo un hermoso vestido rojo, el pelo recién hecho, y una sonrisa sin necesidad de pedir perdón porque ni yo quiero oírlo, y creo que no hace falta, porque no tardarás demasiado en ser consciente de lo felices que nos acabas de hacer a Libre y a mí.
Algunas veces pasa que hay goteras en el salón, y Libre bebe de allí aunque lo tenga prohibido, y yo saco el paraguas roto que guardo en el baúl de los trastos inservibles y me pongo a bailar desnudo hasta que la lluvia termine de limpiar las malas hierbas que en ocasiones deja la memoria.
Algunas veces pasa que me giro en el sofá para comentarte la escena de esa película que vuelvo a ver por decima vez, y me encuentro que de ti tan solo me queda el recuerdo de la vieja camisa de los Knicks, y a Libre esperando una caricia.
Algunas veces pasa que cuando cocino preparo tu plato preferido, aunque no me guste, aunque tú no estés para probarlo, y descorcho el vino que guardo una y otra vez para cuando vuelvas, o eso es lo que quiero sentir cuando Libre aúlla a las sirenas de las ambulancias y a los dos se nos cae una lágrima.
Algunas veces pasa que cuando cojo la correa de Libre para sacarlo a pasear, recuerdo tus palabras diciéndome que contradicción más grande la tuya, llamarlo Libre para luego más tarde ponerle una correa, y a mí se me apaga la respuesta, y de repente me siento culpable de demasiadas cosas.
Algunas veces pasa que me imagino que vuelves a entrar por la misma puerta que una vez saliste para no volver, trayendo contigo un hermoso vestido rojo, el pelo recién hecho, y una sonrisa sin necesidad de pedir perdón porque ni yo quiero oírlo, y creo que no hace falta, porque no tardarás demasiado en ser consciente de lo felices que nos acabas de hacer a Libre y a mí.
¿Quién es Libre? Me encanta ese nombre.
ResponderEliminarSeguro que necesitas mucho su presencia, su vestido rojo y su peinado nuevo. Pero, tal vez, el acto más sensato sería olvidar y dejar huecos nuevos en esa cabecita para nuevos vestidos y nuevos peinados. Una nueva compañía con otra película.
Espero que puedas volver a sentir ese amor.
Besos, inmigrante.
Algunas veces pasa que miramos para atrás y anhelamos ese pasado que ya acabó...
ResponderEliminarAlgunas veces pasa que vivimos de recuerdos...
Algunas veces pasa que nos lamentamos por los hechos...
Algunas veces pasa...
Algunas veces pasa...
Pero mientras tanto... algunas veces pasa que nos perdemos el presente y esa nueva sonrisa que puede acompañarte...
Gran entrada :)
Un besazo
pero quiero verte más positivoooo!! eh! :)
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