INTRODUCCIÓN A LA LEVITACIÓN

Te imagino levitando delante de mí, y eso no sé si nos está prohibido, como alguien se enteré que cuando estamos juntos conseguimos volar unos centímetros por encima del suelo quizás no le haga mucha gracia. Que me calle, que deje de ver fantasmas donde no los hay, y que te mire a los ojos, que me dé cuenta que estás ahí, por eso quizás me besas, por eso y otras muchas cosas. El miedo empieza a irse, y ya no me preguntas porque duermo últimamente con la luz encendida, lo ves en mis ojos, y lo sabes muy bien, se trata de echarte tanto de menos los domingos que me gustaría que estuvieras a mi lado y no estás, son tan difíciles, me abrazas para que deje de tiritar, me pones una mano sobre tu pecho, y haces que lo acaricie con suavidad, luego me susurras al oído una canción, no sé cómo pero sabías que me iba a gustar, quizás eso significa que empiezas a conocerme, es bueno, poco a poco, sería un error que de repente tuviéramos prisa por descubrirnos el uno al otro, con lo bonito que es aprender a desnudarnos de todo, hay todavía un largo camino por delante, no lo rebobinemos, perdería el sentido.

Dices que te gusto más así, cuando estoy pendiente de ti, y dejo atrás los malditos cuervos negros y las ganas de matar a la oscuridad. Me coges de la mano y me llevas a dar un paseo, hay pocas cosas más hermosas que escucharte, no sé como decírtelo, pero creo que te has dado cuenta, por eso me aprietas la mano fuerte, me pones una sonrisa y me robas un beso, para luego decirme, valiente, demuéstrame que es lo nuevo que sabes. Te digo no te lo vas a creer, pero aquí al lado hay un río, tiene un nombre raro, por eso tal vez no me acuerdo, ahora déjate llevar, y veras, veras como caminamos por encima de sus aguas, y desde debajo de las plantas de nuestros pies, notamos el lenguaje de los peces y como la realidad se altera cuando estás a mi lado, entonces es cuando me dices no hay nada más hermoso que levitar a tu lado, volvamos a casa que tengo algo para nosotros dos. La chimenea sigue encendida, la mesa puesta, el color amarillo de las paredes es perfecto para ese momento, mientras tanto brindamos ese vino tinto que nos está esperando bajo el ruido de corcheas que desenmascaran a las llamas, y ahora sí que no puedo dejar de decirte, que gusto da observar tu reflejo a través del fuego, te sienta tan bien, haces que me calle cerrando mis labios con los tuyos, me invitas a que te quite la blusa, mientras me susurras al oído báilame sin ropa, y luego abrázame tan fuerte hasta que me sientas dentro de ti. Creo que hasta entonces volar jamás había resultado tan especial.

2 comentarios:

  1. TE APLAUDO MIL VECES.
    Me encanta leerteeeeeeeee. Te lo digo siempre y no me canso nunca de hacerlo. De verdad. ¿Cuál es tu nombre?
    Me siento muy identificada con lo que escribes. Ese fuego... La calidez y sutileza con la que escribes me atrae y engancha.
    Gracias por compartir!!!!!!!!!!!!!!!!!
    UN BESAZOOOOOOOOOOOOOOOOOOO :-)

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