ATLÁNTIDA



Hoy he cambiado los bares por las brujas, las copas de más por las bolas de cristal. Era para improvisar, salir de la rutina, y fui a parar allí, a ese viejo callejón donde alguna vez habíamos oído hablar de él. Te hubiera gustado venir, porque hubieras sentido que la arquitectura formaba parte de ti, como si pudieras deslizarte por sus pilares, paredes, muros, sin seguir la maldita lógica de la gravedad. Creo no olvidar que me quede colgando de un adorno con cara de Gárgola y alas de Ángel.

Luego te he estado buscando, para contarte sobre lo que me ha hablado, y compartirlo bajo el sonido del viejo tocadiscos y un poco de Marihuana que saque del jardín de la alegría, ya sabes, una de esas veladas donde descorchamos una botella de vino y simplemente nos dejamos llevar.

Me preguntó si creía en eso de la media naranja, nuestra alma gemela, o como quisiéramos etiquetarlo, me contaba que poner palabras a lo que no entendemos resulta demasiado sencillo. La verdad, que no supe que decirle, le mire así, como te gusta cuando miro, franco a los ojos, y un movimiento de hombros acabó respondiendo por mí.

Entonces me relató algo que si quiero me lo puedo creer o no, ya sabes pastilla azul o pastilla roja, que eso de la alma gemela existe, pero quizás, sucede que a veces no se encuentra en nuestro tiempo, tal vez pertenece a otro siglo, a un pasado que no es el nuestro, o alguna civilización desaparecida, o quién sabe, a lo que vosotros llamáis futuro.

- ¿Y qué pasa con dos personas que solo son felices cuando están juntas porque sienten que no pertenecen a este mundo?
- Entonces tendrán que buscar su lugar, el único problema, que seguramente se encuentre fuera de todos los puntos que marca el globo terráqueo

Así que cuando te encuentre hoy, no te asustes por lo que te vaya a proponer, porque aunque todavía no sabes nada de esto, no pasa nada, he vuelto a casa para desempolvar viejos mapas y atlas que tenía en esa colección de trastos viejos, que siempre me decías para que los tenemos ahí, si no hacen más que coger polvo, pues para días como hoy.

Luego he vuelto a retomar el juego de buscarte, parto con ventaja, si se trata de mí, te dejas encontrar, aún así, me ha costado más que nunca dar contigo, y eso que he pasado por tu farola favorita, y he hecho como tú, fumarme un cigarro mientras dejo que el humo forme abstracciones bajo su alumbrado, he ido al puente donde te gusta dejar colgando tus piernas y te pones a tararear alguna canción que te recuerde a algo que solo nos pertenece a nosotros dos, o te pones a gritarle a todo esto, depende del humor, dices, a veces es bueno chillar para soltar los demonios que llevamos dentro. Al final resulta que estás aquí, lo más cerca posible que está nuestro universo del de los Enanos.

- Que haces aquí en el metro, con la cara pintada de payaso, y un cartel de regalo una sonrisa.
- Ya que el mundo no me provoca ninguna sonrisa, voy a provocársela yo a él
- No dejarás de sorprenderme, me gusta. Nos vamos.
- ¿Dónde?
- A la Atlántida
- Tú sí que estás loco
- Más de lo que te puedas imaginar

3 comentarios:

  1. No sera un viaje geografio sino en el tiempo,,, muy bueno. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Creo que hay que sentirse de este mundo! por mucho que lo odies y que en cierta medida lo quieras cambiar... Hay que sentirse vivo y ser positivo!! porque sino... hay cosas que siempre te pierdes ¿no crees?

    Espero que estés pasando unos días mágicos por tú tierra!

    Un beso! y Felices Fiestas!!!

    ResponderEliminar