REENCUENTRO

- ¿Qué era lo que solías tomar? La memoria me acaba de jugar una mala pasada

- (Ella sonríe) No te preocupes, a mí también se me olvidaron algunos pequeños detalles

- Espero que no los más importantes…

- ¿Qué has hecho últimamente?

- Intentar gobernarme a mí mismo, antes de que me gobiernen los demás.

- Gran oficio ese, pero no creo que esté muy bien remunerado.

- No, para eso sigo pensando que no va a quedar más remedio que salir fuera, aunque no tengo muy claro que sea la mejor solución.

- Siempre luchando por sobrevivir, en algo no hemos cambiado.

- Y que pronto se nos olvido que estamos aquí para disfrutar, no para andar jodidos. ¿Y tú qué tal?

- Tuve suerte, y me salió algo de lo mío, lo suficiente para ir tirando.

- Lo dices con pena…

- No, no me malinterpretes, estoy bien, de verdad. Pero a veces creo que me falta algo…¿Quizás producto de un exceso de normalidad?.

- Sí, creo entender que echas de menos ese mismo punto de locura que te produjo tanto vértigo y te obligo a marcharte sin más.

- ¿Todavía fumas?

- Me estás proponiendo que salgamos fuera a fumarnos un cigarrillo.

- ¿Por ejemplo?

- Y que te parece si salimos fuera, dejamos estas copas sin pagar por eso de los viejos tiempos, vamos a la tienda más cercana que encontremos, compramos una botella de vino, y luego vamos a mi casa y follamos sin pensar en nada.

- No me parece mala idea, si no fuera porque en una media hora, a dos cuadras de aquí me estará esperando mi novio para ir a cenar.

- ¿Entonces qué prefieres tinto o blanco?


Saludos y gracias



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