Quisimos de alguna manera cuando anidábamos en las facultades cambiar el mundo, luego tú te fuiste a otro lugar, que nunca llegué a habitar, desde entonces no ha vuelto a llover en Abril. Recuerdo las hortensias de tu jardín, la manta de los domingos por la tarde, las series que nos tragábamos juntando los dedos y haciendo trípticos en el aíre, las azucenas que te esperaban en la habitación, los besos que apagaban las ganas de matar, los fines de semana que nos encerrábamos en casa para hacer la colada y el amor, despertar a tu lado y no tener miedo al presente, estábamos tan lejos de necesitar algo más, que nunca tuvimos la urgencia de un mañana mejor.
Saludos y gracias
Saludos y gracias
Buenas..Hacia tiempo que no me paseaba por aqui,no habia visto tu cambio en el blog..me gusta,como tus historias breves..
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias:)
EliminarUn saludo
Que sensible, muy buena entrada,
ResponderEliminarsaludos
Hola! Gracias por el comentario y por pasarte por aquí.
EliminarSaludos
Pasearse a su lado, sentir sus caricias, dejarse llevar por su mirada...
ResponderEliminarBesos.
Esas cosas que hacen que dos se sientan tan bien...
EliminarBesos