Desde que ya no estás a mi
lado, todo esto resulta más duro, hay tequila en la nevera, esperando a que
volvamos a emborrachar nuestras vidas, nunca fue mala idea comer después de las
doce, mientras haya apetito. Quito las cortinas que trasparentaron tu cuerpo
desnudo, movías las caderas y me hacías tu primer y único striptease. Sigo
barajando las cartas cuando me viene tu recuerdo para que me salgan las mismas
que una vez te trajeron aquí conmigo, se financiaba el otoño a base de hojas
caídas, y alguien buscaba a la chica eslava que había desaparecido. Un
motorista se la llevó a descubrir el mundo. Tú no te inventaste nada, porque
nunca supiste mentirme, por eso te fuiste, y si el barman hubiera tardado más
tiempo en servirnos la cerveza de medio litro, no nos hubiera importado,
estábamos bien en esos taburetes que alguien decidió vestir de negro.
Saludos y gracias
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