Las acacias relativizan el
tiempo. La distancia entre el mal y el bien pesa demasiado. Lo único que salva
el paisaje por la ventana es tu abrigo amarillo abriendo los parpados de los
tonos grises. Desde ahora contaremos los días hasta que volvamos a ver el sol
pisando hojas muertas y charcos de nieve. Lo sé, yo también lo he visto, los
muelles del río están caídos. Ahora habrá que volver a soportar esas luces de
neón tan molestas para poder tomar algo juntos otra vez. Hablaremos de cómo se alarga
el exilió. Cada vez más obligado, las noticias que llegan desde Galicia no son
nada alentadoras. Por qué no nos desnudamos en tu estudio de veinte metros
cuadrados y nos olvidamos durante un fin de semana entero del mundo.
Saludos y gracias
Que buena propuesta!!!
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