EL RELOJ SEGUNDO DE LA PARED DE LA DERECHA



La economía llega como si se tratase de una plaga de langostas. Has apagado la radio porque enturbia el frío que entra por la ventana. Entonces el ambiente se queda pegajoso. Encima de la encimera hay una reproducción exacta de lo que queda del estado del bienestar. Son días difíciles, todo pesa demasiado. Mientras aprietas tus ojos fuertes. Así te enseñó tu madre a ahuyentar los monstruos del armario. Tienes la imagen que alguien sostiene con sus dos manos el cielo para que no se caiga sobre nuestras cabezas. Todo está vació. Es la hora de despedirse. Y me dices: Mira, mira, el reloj segundo de la pared de la derecha ya comenzó a marcar los números en rojo.

Saludos y gracias

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