Superman ha muerto. Es una evidencia.
Tan solo nos quedan clones de Clark Kent. Y mugrientos pasajeros a punto de
fichar en sus oficinas. El metro está atascado. Próxima parada el olvido. Y no
existe un alguien que pida el libro de reclamaciones. Se atascan en un cambio
de desvió las oportunidades perdidas. Nadie se acuerda que hacía falta para
volar. Las palabras huelen a estiércol. Se reproducen las quejas como un disco
rayado. Todos formamos parte de ellas. El mayor agujero el que hay debajo de
nuestros pies. Y si tenemos que esperar a Superman para cambiar el mundo,
estamos jodidos.
Saludos y gracias
mejor caminar solos.....
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