Así me he quedado, como un
tipo vulgar, encadenado a un silencio que estrangula, me entra claustrofobia al
encender las luces del salón y ver que no queda ni rastro, es muy triste el espectáculo
de la desolación, se esfumaron las púas con las que te cepillaba el pelo, si
entramos más adentro podrás ver que ya no queda nada más que perder, si se da
la circunstancia, tal vez, algún día vuelva a tener delante un rompecabezas con
sus diferentes piezas por encajar, pero eso no indica que sean buenas noticias,
hasta la camiseta que utilizabas para dormir no quiso seguir haciendo su
función y se desquebrajó con el centrifugado de la lavadora, y le he dejado
bien claro al calendario que haga desaparecer los domingos, al programa de
buenas intenciones por lo visto le entró algún virus que borró las huellas que se
estaban estableciendo, en cierta manera es como si hubiera hecho un pacto con
el diablo no podría haber salido peor.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario