ESTALLIDO SOCIAL II

Y no tardó en llegar el boticario, con su maletín contra los males, todo seguía igual en este lado del mundo, solo había marrones, blancos, y grises, Libre parecía especialmente interesado en que llevaba esta vez consigo, simbiosis de olores, y opinó que aquello había empezado a arder y que no tenía pinta de parar, esas muertes inocentes van hacer mucho daño, mientras tú todavía estabas temblando, y le preguntaste al boticario si llevaba algo que fuera más fuerte que la muerte, que lo necesitabas.

Sacó algo del maletín, algo que nunca habíamos fumado, lo lío, mientras yo preparaba unas copas de alguna botella que teníamos encerrada por ahí, y tú me aconsejabas a eso ponle hielo, ponle hielo o nuestros estómagos van a rallar en dolor, y tú decías, mirar, mirar, no jodáis que no entran ganas de.... y  comenzaste a gritar como una loca, al ver la avalancha de violencia que llevaban consigo esas porras y pelotas de goma, y el boticario te decía, fuma, fuma de esto que te calmará, o sino atraeremos algún vecino con ganas de abrir de nuevo los manicomios y colarnos dentro de ellos.

Ahora vendrá Bach, ha mandado un mensaje que está de vuelta, y que esto es terrible y necesita beberlo de alguna manera y que mejor con nosotros que solo, parecías más calmada, las lagrimas, la rabia, se te transformó en hipo, y no pudimos evitarlo, tanto a mí como al boticario nos entró una arrancada de carcajadas sin solución y sin pies ni cabeza, Libre movía la cola como si ya hubiéramos conseguido cambiar el mundo y todo volviera a la normalidad, y yo me quedé mirándolo, acariciándole, y diciéndole, ojalá, ojalá...

Saludos y gracias