Le ofrecimos vino caliente a
Verónica, Bach le preguntó que donde había estado, y ella comentó que eso no
importaba ahora, estaba guapa le confesaba el boticario, y Margot la miró de
arriba abajo no sin que Verónica no se diera cuenta, mientras Libre la
olfateaba, y a ti te preguntaba que donde podía dejar esas botellas de vino que
había traído, y era yo el que me adelanté a relatarle todo lo que había
sucedido hasta ahora y de lo que teníamos noticas.
Picó algo de lo que todavía
quedaba en la mesa, está muy bueno a quien debo felicitarle, y Bach te señalaba
a ti y a Margot, el boticario que de repente se sentía culpable de no haber
ayudado en nada, se puso a fregar los cacharros que habíamos utilizado, y Bach
aseguraba que cuando nos volviera el apetito sería él el encargado de
sorprendernos a todos, con unos trucos que tenía de una vez su abuela y un
programa de cocina.
Verónica me preguntaba, quería
mi opinión sobre todo lo que estaba pasando, y solo pude decirle que todavía
era demasiado temprano para tener un punto de vista claro, hay que esperar a
tener más noticias, mientras tú nos hacías callar a todos, y subías el volumen
del portátil para que escuchásemos a un bastardo del gobierno asegurando que si
seguían propagándose esos brotes de violencia social, si hacía falta sacarían
los tanques a las calles sin ningún miedo, estaba claro apuntó el boticario, los
alacranes habían salido de debajo de sus lujos y comodidades dispuestos a
clavar el aguijón donde y como hiciera falta, lo único que se podía hacer era
rodearles de fuego.
Saludos y gracias
Con esta entrada revivi tiempos de la dictadura en Argentina, recuerdos desagradables
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