LA CAJA DE MÚSICA



El tiempo lo fundías a fuego lento en la olla, hervor, cocción y nuestros deseos se enredaban, se buscaban mientras el vecino pianista descorchaba notas con las pulsaciones de un reloj suizo, salíamos hasta nuestro escenario favorito, tu rostro me lo decía todo, y me gustaba como lo hacías, porque en cierta forma lo sabías, todo empezaba en ti, en la paciencia de tu cuerpo desnudo descansando al lado del mío, el viento que subía nos ayudaba a elevarnos, esperar las tardes de primavera que no tardarán en llegar y desenredarlas, hacerlas nuestras, porque el tiempo es nuestro igual que está caja de música que baila cada vez que nos encontramos un vals a nuestro favor.

Saludos y gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario