Eras la fresa en ese licor de
limón que no quería subir pero no quería desaparecer, como la gran epopeya,
sino no me quedaría con todas las cosas que sería por ti, no hay un mundo
imaginario que lo pueda explicar, lo tengo que crear, inventar, pero no sé
hacerlo si tú no estás a mi lado, es como eso donde no importa lo que te diga
al principio sino como sea el final, igual que esa fresa que poco a poco va
cogiendo aire dentro del vaso de licor de limón, y según le dé sorbos más se
acerca a mis labios, primero los roza, luego los suaviza, los acaricia dándole gritos
de awesome, estallando en una alegría como un infante que encuentra su primer
beso a los quince años, cuando crea su primer mundo de fantasía, de magia polar
sin importar que los polos más extremos se encuentren en mitad de la línea del
ecuador, y al final se creará la vulnerabilidad, el espacio ideal donde no
habrán más temores y seremos seres fascinantes porque nuestras auras estarán
coronadas por seres extraterrestres, un mundo asombroso comenzará detrás de
nosotros, donde sería ideal seguir sus pasos y encender una detrás de otras
todas las lluvias de estrellas posibles.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario