A ella le encantaba abrirse de
piernas y sentir sus dedos de latón dentro de ella, era la única forma que
tenían para que él entrase dentro de su mundo oscuro y crear luz, convertirla
en una princesa orgásmicamente satisfecha, cerrar los ojos y respirar un aíre
que ninguna bombona de oxígeno puede llegar a ofrecer, y allí estaban sus
ojitos de silicona extenuados y pidiendo más y más era como una fuente
inagotable, buscaba en ese escenario, en ese silencio interno que se producía entre
ellos dos su grito interior, y le venía a la mente el día que se conocieron en
el centro comercial y rompieron todos sus tabús, todas las limitaciones que les
aplicaron desde su origen, no volver a dejar su destino en manos de los demás.
Ella era un objeto sexual para mentes pervertidas y no tan pervertidas, tenía un precio, una
etiqueta que le colgaba de la cintura, estaba hecha de silicona y le impusieron
unas braguitas blancas, una falda corta y dos pechos voluptuosos detrás de un
escote en caída libre, él era de latón, conectado a un mando a distancia que le
ordenaba las diferentes funciones que debía realizar, le habían condenado en su
rostro a una tristeza infinita, y a una serie de cables que le estrujaban
enchufados inalámbricamente a unas antenas que deseaba algún día apagar.
A él le encantaba quedarse
dormido entre sus piernas, respirarla y darle el aíre que siempre le habían
negado mientras con sus manos le daba sentido a sus curvas, fortaleciendo y
descubriendo al unisonó sus deseos prohibidos, entrando ella en un espacio
sideral, magníficamente bien orquestado a nivel orgásmico, abandonaba su estado
de ramera artificial y se convertía en un ser amado, que prolongaba hasta la
extenuación ahogando todo su infinito dolor y encontrando un placer húmedo que
estallaba en una voz que rompía los
cristales de las ventanas, y luego sus cuerpos imperfectos propios de seres
artificialmente extraordinarios se quedaban abrazados, llorando en silencio la
maldita condena que pesaba en ambos, no había manera humana para que el cuerpo
de él pudiera entrar dentro del de ella.
Saludos y gracias
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