Las primeras señales del
verano entrarán por los océanos o por los ríos, ya dejaste abiertas las puertas
de cualquier bar buscando algo tanto dentro como fuera, de la misma manera que
te gustaba ir a clavar paraguas abiertos en la arena y decir quizás no sirva
para nada, pero así siento que guardo la intimidad de la luna y el sol, un poco
de cerveza mojaba tus manos al abrir la penúltima y las conchas del mar siempre
venían en nuestro auxilio.
Tus piernas desnudas, apoyadas
sobre las mías, tan solo llevas un pantaloncito vaquero corto, mientras quito
la vista del libro que estoy leyendo y descubro tu sonrisa, te recuestas en el
sofá y asomas el ombligo, del cual saco una flor que te regalo, la agarras con
tus dientes y la deshojas diciendo siempre sí, las dudas hace tiempo que se fueron, por eso quizás los paraguas
hicieron su efecto y ahora no duele tanto que por la televisión hablen de nuevo
de la puta recesión.
Saludos y gracias
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