Tu forma de ser siempre
ofrecía una literatura nada desechable, restabas importancia a algunos detalles
que tal vez no pintarían la Capilla Sixtina, pero eran suficientes para crear
mosaicos en las paredes que habitamos y tú acabaste convirtiendo en
caricaturas, en una farsa, creaste un tablero de ajedrez para tres, y el tercer
lugar lo ocupaba un fantasma, contigo nada podía ser en horizontal, siempre
acababas inclinándolo todo a tu debe, y te ibas corriendo a ese concierto de un
arquitecto sueco de la música, que lo trasladabas en una maqueta que me ponías
a la hora de comer y me decías es porque es rubio, solamente eso, porque es
rubio.
Por eso no entendía tu llamada
tanto tiempo después, es como si hubiera colisionado el pasado con el presente,
me preguntaré si seguirás gastando esas medias de colores que no te decía lo
poco que me gustaban porque esas cosas no se dicen, y he aceptado ese café, y
tu mano está más nerviosa que la mía, o porque cuando me miras más de dos
segundos seguidos tengo la impresión que algo va a estallar dentro de ti en
forma de llanto, o porque tan solo tu vida después de tantos años la resumes en
menos de cien palabras, y no creo que resulte muy entrañable que muestres ese
interés desmesurado por la extraña pintura que hay en la pared que se encuentra
detrás de mi espalda, y me asalta una duda, como comentarte que el otro día
soñé que estábamos jugando a las cartas, y esta vez yo era el asesino y te
mataba, ¿Qué curioso no?, cuando finalmente aprendí a jugar a tu juego ya no
había jugador al otro lado.
Reagrupamos montones de palabras
que nunca nos llegamos a decir, y ya es el año 2028 y alguien de los dos sin
darse cuenta ha sacado de algún cajón que se encontraba cerrado con llave, o lo
ha desenterrado de la tierra, y lo utilizaremos como excusa para volvernos a
encontrar, creo que ha cambiado más el mundo que nosotros, tal vez nos volvimos
demasiados perezosos como para contradecir a tanto caos, simplemente nos
tiramos al suelo en forma de pelota y
rodamos con la corriente que venía desde atrás, adaptación simultanea nada que
ver con nuestras ideas, y yo que pensé que éramos seres únicos, ¿Me equivoque?,
no está tan mal como creía volvernos a encontrar, es el mismo año y en verdad
tan solo ha pasado el tiempo en nuestro cabeza, ecuaciones de estados mentales
que son acertijos para los dos, tal vez hoy decidamos que no será tan mala idea
llegar juntos al 2028 y descubrir que habrá en ese lugar.
Saludos y gracias
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