El mundo se detiene un instante,
hay que aceptar e intentar adaptarse a lo que sucede, que algunas cosas no
salen como deseamos, o simplemente no podemos estar con quien nos gustaría
estar, o no tenemos a nadie especial con quien despertarse cada mañana, en ese instante de cada día en
el cual todas las promesas pueden ser posibles, y recordamos con solo mirarla
lo maravilloso que puede llegar a ser este mundo, que hay personas que nos
importan que se alejan de nosotros, se van a otros lugares, y aunque nos
gustaría poder hacer algo por impedirlo, aunque lo intentemos, no podemos
evitarlo, y nos preguntamos el porqué y no hayamos respuestas o consuelo
posible.
A pesar de todo ello, hoy
mientras el mundo se detiene un instante y antes de bajar y dar con una soledad
que en momentos como este agota y duele, quiero creer que en ese campo de
amapolas que algún día espero que me acompañes para mostrártelo, ahora mismo
aunque se encuentre en blanco y negro, siempre
habrá al menos una amapola que no pierda su color y siga vestida de
rojo.
Saludos y gracias
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