Tus pies andando por debajo
del cielo cubiertos por tus botas marrones transforman el adoquín en baldosas
amarillas cuando dicen susurrando:
Esta noche seré yo quien te
llame al timbre.
Los edificios grises restos
del comunismo se volverán hermosos, los enanos cobrarán vida y dejarán de ser
figuras de bronce devolviendo con sus trucos de magia todas las primaveras
olvidadas, las calles se sincerarán en besos que apagarán las dudas los miedos
y las incertidumbres que se atascan en las despedidas y en las preguntas sin
respuesta, tú me dirás que jamás olvidarás esta ciudad y yo te responderé si me
haces el amor toda esta noche sin que tenga un final yo tampoco.
Saludos y gracias
P.D: Dedicado a Wroclaw
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