HUECOS



Aprendí a hacer aviones de papel que me llevaban a todos los huecos que tenía mi globo terráqueo que más bien parecía un queso gruyere, siempre era así viajaba desde mi habitación y nunca alcanzaba ningún sitio como los sueños que se escurren como el agua que no se puede sujetar con las manos, mis piernas querían caminar pero tan solo alcanzaban la distancia hasta la panadería el bar más cercano el quiosco hasta que se jubiló el hombre que trabajaba allí y fumaba habanos porque era su forma me decía de recuperar la nostalgia de la revolución que nunca fue y pudo haber sido para acabar con las telarañas y los huecos de la economía y las balas, y siempre me callaba que los peores huecos eran los que me separaban de tu casa que nunca supe donde estaba y cuando iba hacía allí con la esperanza de que algún día me abrieses la puerta como si fuese un cartero que traía buenas noticias me caía en esos orificios y para no sentirme demasiado oscuro entre tanta oscuridad entonces una vez más comenzaba a hacer aviones de papel.

Saludos y gracias

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