“Aunque a veces salgan
nuestros monstruos interiores se nos descontrolen y nos provoquen verlo todo
oscuro... Es mejor, más sencillo y más recomendable volver a esas cosas que nos
hacen sentirnos bien y recobrar el equilibrio en el alambre que une la antena
de la realidad con la de la imaginación y como buenos funambulistas seguir hacia
delante sin mirar abajo”
Estamos a 60 grados y el vaso
se va a romper ¿No ves como las burbujas quieren estallar? Todo se derramará ¿Y
qué hacer para evitarlo? Las cucarachas
gigantes tan solo anuncian lo que vimos en aquel documental... Nada bueno, nada
bueno, ¿Tienes miedo? No te asustes, rompe el cielo en un grito... La mente, la
mente, ahí está la respuesta pero las ondas se distorsionan, demasiado ruido
cuando salimos a la calle y el caos y los jeroglíficos sin resolver no ayudan
demasiado, lo sé... No mires abajo que ya no hay red... Nos la quitaron las
antenas de sus rascacielos, allí está el origen del miedo y ¿Dónde ir a parar?
Mantener el equilibrio ¿por qué si saltamos hay algún lugar dónde merezca la
pena caer que no sea en sus arenas movedizas llenas de petróleo cemento y
carbón? ¡Buscar un mar y una playa virgen! Sostente, estabilízate, un poco más
que pronto pronto espero sujetarte... Después no sé lo que pasará... Pero sobre
todo no nos perdamos, no nos desvanezcamos en sus pesadillas ocultas en
nuestros monstruos interiores.
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