GATOS CON BOTAS



Demasiados excesos una vez más, ¿Y de que nos sirvió? De nada, de nada, de simplemente tener la sensación que lo tiramos todo por la basura, tener esa espiral como estado mental es jugar a la ruleta rusa. Disparo y ya es tarde para darnos cuenta de lo que perderemos, aunque tan solo estuviéramos encerrados en la caja blanca que es la nada. Empezamos la primera noche y tú hiciste tu camino, me dijiste que ibas en busca del gato con botas, mientras yo te quería contar que el único gato que una vez me encontré me arañó lleno de rabia para pagar con un extraño (un servidor) las deudas pendientes que tenía con ese fantasma llamado soledad.

Luego dos noches más tarde, ya había pasado el día en que se resucita a los muertos, volvía a casa preguntándome que había hecho porque lo había hecho y porque una vez más meterse en medio de la autopista en pelota picada mientras los coches vienen demasiado deprisa, te lo explicaba mientras sentada en el escalón de un portal fumabas el que decías sería el último cigarrillo, y terminaba pensando en voz alta con lo fácil que es ir por el arcén, con lo fácil que es y no podía acabar la frase. Lloraste y buscaste mi hombro para apoyarte, me dijiste que todos los gatos con botas habían elegido a otras y yo no podía ayudarte porque al día siguiente tenía pensado incendiar una gasolinera con un fantasma llamado soledad dentro de ella.

Saludos y gracias     

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