Se quedaron a solas y el salón
se convirtió en una larga pendiente que tenían que subir si querían descubrir
que había detrás, si merecía la pena darse otra oportunidad. Les entró un miedo
que tan solo podía llevarles a la confusión. Todo estaba subtitulado. Cuando el
fantasma dejó de salir de la chistera volvió la versión original y todo lo que
resultaba terrible paró. Subir cuestas era tan sencillo como bajarlas. Los
gatos azules se miraban como si al fin se hubiesen encontrado. Así quiero como me
mires. Y él lo hizo.
¿Dónde van? Al lugar donde las
abejas no corren peligro de extinción. ¿Por qué los relojes se han parado?
Porque el tiempo es circular. Me dijo alguien que podría ser el viejo más viejo
de todos los tiempos o el joven más joven de todos los tiempos. El amor habita
lugares donde no hay miedo a caerse, justamente por eso, porque no hay ninguna
red debajo.
Quedarse a solas era
suficiente para ellos dos. Entendieron así que nunca estarían solos.
Saludos y gracias
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