BAJO LA DUCHA



¿Qué hemos hecho para acabar así?. Tal vez querer saber cómo te llamabas, si venías de un continente sumergido en algún océano, o si como yo te has preguntado porque le quedan mejor a los barcos las cubiertas azules. Más fácil que todo eso, ¿te ha gritado alguna vez el ruido exagerado de las avenidas? ¿y si lo hacía como escapabas de ello? Una lagartija hermafrodita baila sobre la última luz que ronda por el campanario creyendo todavía erróneamente que todas las historias de amor que empiezan en verano tienen como veredicto un final feliz. No se ha dado cuenta que el invierno está viniendo, yo tampoco, ni los árboles tardíos de hoja caduca, rompamos el espacio permitiendo que te lave el pelo bajo la ducha, tenga una erección mientras mis manos se enredan por tus cabellos (buscando ninguna salida) y observo tus pechos acercándose a mi piel, y como decirte que me gusta comerte el coño si te dejas.

Saludos y gracias       

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