Esta noche estaré aquí
contigo... jamás nunca una promesa vacía me pareció tan solitaria como aquella
tarde que nevaba sobre el cemento, salía el sol como todas aquellas tardes de
julio y deberías haber aparecido con uno de tus vestidos de verano. Dentro de un
café había un te quiero, las cornisas estaban dispuestas a esperarnos, o la
casa roja con chimenea para protegernos del frío, se suicidaba la tristeza
quitándose así de en medio de nuestro camino, habría que reconocerlo hubiese
sido hermoso que no hubieses ahuecado la promesa, simplemente hubieses
aparecido, que las noches como la vejez últimamente andan lamentando demasiadas
cosas que se podrían haber vivido.
Saludos y gracias
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