De una manera insolente le preguntaste
al guitarrista escocés porque no cantaba en mozárabe mientras él seguía
haciendo sonar "my girl" salimos del local y me dijiste no entiendo
Edimburgo pero es preciosa. Todo lo improvisábamos, el viaje, las playas
vacías, tus manos desmenuzando mi barba, Libre tratando de descubrir a que olía
ese cielo, y tú muchacha de mil rostros y como te cambiaba el color de tus
cabellos según saliese el día, y como cada mañana tenías un nombre diferente
pero las curvas siempre eran las mismas, la misma suavidad en la piel y querer
hacer un huevo frito bordeando ese único y autentico ombligo, continuar sin
tener respuesta a como los cangrejos caminando hacia atrás construyen futuro, y
tú puntualizarme tonto es de lado, que de oeste hacia este todo resulta más
fácil o viceversa.
Saludos y gracias
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