LA NOSTALGIA SUDA



La nostalgia suda, reclama su espacio convertida en una concha de mar reproduciendo su latido constante en su propio eco. Le duele que nadie la sostenga entre sus manos y se la acerque al oído para ser escuchada. Busca un lugar cerca de la orilla donde comienzan los caprichos, los abismos, las ensoñaciones, los relámpagos, la furia, la calma, la tempestad, el abordaje y el atrevimiento por mostrar lo que se es, y no lo que nos estereotipan.

La nostalgia reivindica un hueco al lado de tus sabanas, de tu cuerpo desnudo, de tus lagrimas, de tus risas, no se detiene, te busca, porque víscera a víscera se le cae tu silencio encima, y le duele como el granizo que golpea y rompe los cristales de los coches, de las ventanas, porque aunque busque otras razones en las cuales emborracharse de dicha y volver a construir torres de babel, sucede que no es suficiente, sucede que necesita las noches azules que se deslizaban de las líneas de tus manos.

Saludos y gracias

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