Le pasa la bombilla mientras con
un gesto le indica que apague la otra, la que hay arriba, la que cuelga del
techo.
- No olvides que como mejor
estamos es cuando estamos a oscuras
No responde, simplemente chupa de
la bombilla y él se tumba boca arriba apoyando su cabeza en sus piernas
deslizándole submarinos que forma con sus dedos y mirando al techo como si ahí
estuviesen las respuestas que no encuentra en los libros de ciencias.
- Todo sería más fácil si los
días de luna llena fuese una lagartija de esas que se comen a los mosquitos.
Ahora que todo el cuerpo de ella
de cintura para abajo se ha vuelto escamoso, ahora que le devuelve la bombilla
para que la chupe de vuelta y le acaricia la barba y la falsa sonrisa.
Saludos y gracias
Muy bien tirado.
ResponderEliminar