Dice usted de un hechizo que
jamás conocí que abracadabra patadecabra santiguarse el piyama de las noches la
luz de los escaparates que se encienden en bucle los maniquíes que cobran vida y
se montan su juerga en los centros comerciales cuando están cerrados para el
público y los trabajadores que allí alcanzan los sonámbulos de sueños
imposibles cubiertos por sabanas blancas con lunares rojos como si fuesen la
bandera de Japón o kamikazes en busca del aquí y el ahora la alegoría del deseo
patentado por unas letras que surgieron en un café un instante único antes de
que sean cenizas y obra póstuma la caricia la mirada el abrazo el beso.
- Una pregunta al aire: ¿Dónde
están en ocasiones el aquí y el ahora?
Saludos y gracias
la madre que te parió!
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