Miras a los tejados, como si
fuesen una brújula que te indicase a donde ir. Que pasen así las horas y los
días si hace falta, hasta que haya señal alguna, no tienes prisa, al menos eso
parece. Sera actitud o desesperanza, dicen que observando las uñas de los pies
se puede averiguar muchas cosas, como por ejemplo cuanto peso de cansancio hay
en la balanza y si la desequilibra o por otro lado ya se han soltado los
recuerdos que hinchan los tobillos.
Cae la noche y los tejados se
van a dormir, hará falta linternas para no cometer los mismos errores.
Saludos y gracias
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