Los niños y las niñas no
llevan vestido. Era una frase en un agujero. Había aire si te asomabas...
Y tú me preguntabas viendo tu
desnudo a través del espejo del cuarto de baño:
- ¿Si alguna vez te ahogas no
será en mi mar, verdad?
¿Qué se podía responder si la
impaciencia era mojarse en sus palabras, repetirme una y otra vez por encima de
la intuición, que estaba ahí?
Los grises se extinguen en
cada escena que me mostraba alargando la vida con distancia o cuando los ojos
se juntaban y aleteaban una vez más. Ahora lo sé, comería su sexo más allá de
cuando haga crack el mundo.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario